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Roban 80 bicicletas de alta gama en la tienda LTM Racing de Madrid

La mañana del lunes día 5 de octubre se convirtió en la peor de 25 años de trayectoria de la empresa familiar LTM Racing, una tienda de ciclismo de San Sebastián de los Reyes, en Madrid. LTM Racing se fundó hace 25 años por los responsables de Bike Comp, distribuidores de la marca Santa Cruz para el mercado español. Empezaron como un pequeño negocio en el centro de Madrid hasta que en 2013 se mudaron a un local de 500 metros cuadrados y ya en 2017 se ubicaron en la actual nave de 1.000 metros. Al abrir la tienda el personal y propietarios la encontraron vacía, con un agujero enorme en la pared, de aproximadamente dos metros cuadrados que daba a la nave industrial que queda justo al lado y por el que habían sustraído 80 bicicletas de gama alta de las marcas Yeti, Ibis, Santa Cruz y otras marcas, además de mucho material. Cuadros de carbono, horquillas, cascos y prácticamente todo lo que encontraron en la tienda. La policía calcula que los ladrones, al menos 3 personas, abrieron el butró

Reaccionando al K-POP y los/las KPOPERS

Tienes cuarenta y tantos años. Y además tienes un hijo o una hija adolescente, de entre 14 y 17 años, que está formando su carácter, no solo contigo como padre o madre, sino con sus amigos y amigas, con sus compañías. Te gusten o no te gusten.

Y puedes reaccionar a su manera de empezar a afrontar lo que muy pronto será una vida adulta de dos maneras, reaccionando a las malas, intentando cambiar lo inevitable, recurriendo al enfrentamiento que no sirve para nada. O recordando cuando tú tenías esa edad y también eras un trasto respondón lleno de hormonas hasta las orejas.

El movimiento K-POP hoy es como el denostado y machista reggaeton de hace 15 años o el metal o el punk de la década ochentera en el siglo XX. Por supuesto, cada fanático de cada estilo dirá que no tiene nada que ver con el resto. Pero eso es tener una mirada corta y no haber aprendido, aún, a distanciarse y observar. No se le puede reprochar a nadie.

Los y las KPOPERS representan algo nuevo, algo disruptivo, un elemento que cohesiona a una parte de una generación, la Z, que les da sentido de pertenencia. Sí, es verdad, hoy tienen Internet. Nosotros, en los ochenta y los noventa teníamos televisión y radio. Y de la primera solo dos canales. Pero teníamos los pedidos por correo a DISCOPLAY y al amigo que viajaba a Londres y se traía un disco casi de contrabando. Éramos iguales, con menos recursos, o con los mismos, pero más lentos.

Así que acercarnos al K-POP con los mismos ojos que teníamos cuando compartíamos su edad, sus hormonas y sus ganas de comerse el mundo no es una obligación, no es una pose. Es un reto. Es uno de los mayores retos.

Y resulta que el K-POP... dicho a lo ochentero... ¡mola!


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